Diario de Keyes, la piloto
Hemos establecido una pequeña fortificación que bautizamos “Consolación”. Aunque los animales de la isla son bastante grandes y agresivos, los muros nos protegen un poco durante la noche. Hemos organizado cuidadosamente nuestras partidas de caza para no vaciar ninguna de las zonas ni provocar en exceso a los lobos o a los osos si podemos cazar con mayor facilidad en otro lugar. La tripulación de El alivio del tejedor se ha puesto a fabricar cañas de pescar. Con ellas, si no cazamos lo suficiente en los bosques y en el pantano, pescamos peces de las aguas de la isla.
Los miembros de la tripulación siguen estando de buen ánimo, si bien algunos de ellos mencionaron tener miedo de no poder regresar a casa; ahora casi ni lo mencionan. Es difícil pasar por alto la belleza de Aeternum, y la vida en sus costas... cuando se respeta la isla... no le resulta dificultosa a la tripulación; además, hay espacio de sobra para todos. Algunos miembros de la tripulación han preguntado si pueden armar un hogar o quedarse con una parcela de tierra. Por eso, hemos separado algunos terrenos para aquellos que desean construir un hogar propio.
Para la tripulación, soy su gobernadora, pero no pretendo serlo. Sospecho que ese es el motivo por el que confían en mí.
Keyes, piloto en jefe de San Cristóbal