Diario de Keyes, la piloto
Los miembros de la tripulación de Isabella atacaron de nuevo... Se arrojaron contra los muros de Consolación como si supieran que morirían. Ahora veo lo cierto que era eso. Por si quedaba alguna duda, la isla les otorga vida a aquellos que perecen... e Isabella aprovecha esto como un arma, arrojando a la tripulación contra nuestros muros, ya que sabe que los hombres pronto volverán a estar bajo sus órdenes. Es vil, malvado... ¿Qué fue lo que la llevó a esto?
Lo único que ha hecho que se mantenga a raya es que sabe que conocemos el pantano; ella no lo conoce tan bien como nosotros, y no sabe cómo evadir a los animales y demás peligros que alberga. Al parecer, el tiempo que pasamos explorándolo ha sido nuestra salvación... al menos por ahora.
Mi capitana, mi querida capitana, ¿qué ha sucedido contigo? ¿Qué clase de males te han susurrado al oído?
Keyes, piloto en jefe de San Cristóbal