Esta carta está descolorida por el tiempo
La capitana Isabella aún no ha revelado nuestro destino, y no estoy seguro de que lo conozca; parece estar buscando algo, pero se niega a hablar de ello. En esto, el hereje la ayuda, aunque sus consejos nos han jugado en contra a nosotros, y sospecho que a ella también.
Por la mañana, marcharemos hacia el norte. Yo al menos me alegro de abandonar el Montículo de los Nueve Hombres. No soporto ese lugar, ya que me hace sentir enojo conmigo mismo por aquellos que fueron castigados, pero a la vez me hace sentir alivio por no haber sido el décimo hombre en correr esa suerte.
– Manuel.