En la granja de la familia Olcott
Apenas si puedo dormir esta noche, después del comentario de mi padre. Un resplandor rojo en el bosque, tan tenue entre las copas de los árboles. Al principio me pareció una locura, ¿pues quién más que un cazador sería capaz de trepar a los árboles e instalar un apostadero? Se me ocurrió que esta entidad roja podría, de hecho, ser un cazador, y que nosotros podríamos ser sus presas. Ahora me siento acechado por una mirada carmesí. Mañana no llevaré a los pequeños al mercado, es más, ni siquiera saldré de esta casa. Algo o alguien se aproxima, y debemos estar preparados.
Jamison Olcott