¡Esta tierra es increíble! Plantamos nuestros primeros cultivos no hace mucho, ¡y ya han crecido y producido frutos! Maíz, papas, zanahorias, calabacines… Tenemos de todo. ¡Y los peces! Logré sacarlos del río con mis propias manos. ¡Había tantos!
Nunca nos moriremos de hambre aquí ni tendremos que preocuparnos por la posibilidad de que se arruine la cosecha o de que tengamos que pasar meses enteros comiendo papas y engrudo.
Esto es un verdadero paraíso.