Con el equipo encontramos unos extraños fragmentos de cristal de color naranja rojizo, esparcidos casi al azar por todo este sitio de excavación. Son más o menos del tamaño de la palma de mi mano, y son livianos, pero increíblemente fuertes. No queda claro para qué se habrán utilizado, pero las marcas de herramientas en los bordes indican que pueden haber sido algo común para los antiguos. Pueden haber sido decoraciones de artefactos que desaparecieron hace mucho tiempo, o herramientas cotidianas, o pueden haber tenido otros usos.