Varios de los muchachos me trajeron algo interesante hoy: una mujer que se paseaba por el campamento como si fuera la dueña del lugar.
Intentaron amenazarla, averiguar qué la traía por aquí, pero ella despedazó a dos de los muchachos sin siquiera vacilar. Luego preguntó por mí, por mi nombre. No la conozco, pero ella sí me conocía a mí. Me dijo que estaba buscando a capitanes y a tripulaciones fuertes para unírsele… pero no dijo para qué. Vaya fuego interno que alberga.
Tengo que hablarlo con los muchachos, pero… Estoy tentado de aceptar la oferta de esta tal Isabella.