Querida Millicent:
Primero pensaba que Nessa no era más que una maleza molesta, pero ahora me doy cuenta de que es una plaga en la tierra. Y los druidas no podemos permitir que algo tan desagradable se propague. ¡Hay que purgar la enfermedad con fuego!
Hoy me dijo frente al Maestro Ovate: "Ay, Millicent, pusiste demasiada tintura de Hisopo en tu infusión. Con eso las heridas no sanarán. ¡La infusión debe espesarse, como un ungüento común!"
¡¿Común?! ¿Como su túnica barata y su sonrisa de indigente? Paciencia, querida mía, pues pronto la veré caer. ¡Lo juro!
-Millicent Taylor