En Molinos de los días de primavera
Algunos murieron durante el viaje y otros intentando atravesar las tormentas que rodean la isla.
Nuestro barco quedó dañado, pero siguió como pudo y encontramos un asentamiento amistoso que nos acogió. Molinos de los días de primavera era una villa bulliciosa; todo el mundo contribuía con su trabajo y con lo que producía para forjar una vida nueva en esta tierra.
Los cultivos parecían madurar de un día para otro, los animales cazados parecían multiplicarse al cabo de pocos días… Aquí, en Aeternum, los días de hambruna, de acumular comida para pasar el invierno, hace mucho que pasaron.
Somos afortunados.