A quien lea esto:
No sé si eres un explorador o ladrón de tumbas, un soldado o desvalijador. Sin importar por qué motivo desafortunado hayas llegado a este lugar olvidado, ¡regresa por donde viniste!
Esta tierra está maldita. Alguna vez fue nuestro hogar, pero ya no sufrirá a causa de nuestra presencia. Hay bestias astutas que conspiran en nuestra contra, y la misma tierra que pisamos planea acabar con nosotros. Te lo imploro: ya sea que estés aquí por obligación o por codicia, ¡huye lo antes posible! Hay destinos mucho peores que la agonía de la muerte, y muchos de ellos te esperan en las costas de Primera Luz.
¡Que tus dioses se apiaden de ti e iluminen tu camino para guiarte a tierras más seguras, forastero!