¡La inmortalidad es una farsa!

¿Cuál es el punto o propósito de una vida interminable? ¿Es solo sobrevivir? ¿Vivir infinitamente? No es suficiente. Lamento que en este lugar haya presenciado la muerte de héroes y mártires. De íconos que estaban dispuestos a rendir sus preciosas vidas por su nación, su familia o sus creencias. Aquí, en donde la muerte es ordinaria, no puede existir la noción de un sacrificio noble. Ah, ya quiero regresar a mi amada Roma a vivir lo que sea que tengan los años que me quedan de mi vida natural entre los gallardos huesos de estos valientes leones de la república. Estos ídolos hechos carne. Estos dioses del reino de los mortales. En vez de eso, estas viejas articulaciones continúan unidas a este lugar, torcidas y con dolor, demasiado ancianas y frágiles para servirle a alguien. Dioses de mi tierra natal, se los ruego. Llévenme de vuelta a mi amada ciudad en Tívoli y otórguenme la posibilidad de una muerte digna. Que pueda ser testigo de las grandes proezas de los héroes una vez más en los campos elíseos. -Andéolo Flavio