¿Todo listo para remar?

El otro día pesqué algo de lo más extraño. Pesqué un remo perteneciente a un bote que podría haber estado sujeto a uno de los barcos que se estrellaron aquí. Al sostener el trozo de madera astillada contra la luz, se me ocurrió una idea: usarlo como arma. Solo llegué a usarlo para matar algunos conejos de la Isla de los conejos antes de que se enojara el espectro del Guardia de liebres. Sin embargo, no estuvo nada mal para un mero trozo de madera. Creo que me quedaré con este remo y lo usaré para quitar de mi camino todo lo que me entorpezca.