Una inscripción en una placa erosionada y oculta tras unas vides.
En memoria de Cristina Krempel, Guardiana del alma, cuya mirada nunca flaqueó. Su búsqueda de la mejor naturaleza humana, su resistencia a la oscuridad y su calma sabiduría mantuvieron encendida la llama de nuestra esperanza hasta el final. Que su sacrificio sea una lección para quienes la sucedan.