Comienzo a comprender por qué solo unos pocos viales del potente azoth lograron llegar al Viejo Mundo. Al parecer, todo el que naufraga aquí queda varado sin esperanzas de escapar de la persistente tormenta que rodea a la isla. Incluso si encuentro una tripulación y reparo un barco, dudo que podamos llegar más lejos del horizonte sin que este mar agitado e implacable nos haga trizas.
Joan Caron
Carretero de la expedición de inspección de la capital
Sobreviviente del naufragio del "Puro coraje"
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