Señoras y señores, bienvenidos. Aunque esté ausente, soy su anfitriona. Sírvanse lo que deseen del jardín, y del ganado que haya (si el cerdo desagradecido sigue aquí), solo mátenlos rápidamente para que no lo recuerden por la mañana.
Si se topan con una criatura rara, les pido que agreguen una nota en el registro, porque me dan mucha curiosidad las criaturas nativas de Aeternum. Además, como una cortesía hacia su anfitriona, dejen los trofeos que he reunido aquí por respeto, ya que me esforcé bastante por conseguirlos, y cada uno de ellos tiene su historia.
– Renée Marie Cartier