Acerca de diversos artículos funerarios
Nos aseguramos de que ni la luna ni la sombra tocaran la tumba. No funcionó.
Clavamos estacas en el corazón del cadáver. No funcionó.
Colocamos un libro de salmos en el ataúd, junto al cadáver. No funcionó.
Empiezas a ver un patrón, ¿verdad? Colocamos espinas de rosas y polvo de plata sobre la marga de la tumba. Hicimos que un grupo de cabras y de gallos de color negro caminaran sobre las tumbas. También hicimos la prueba con un grupo de cabras y de gallos de color blanco. Nada de esto funcionó.
Mutilamos el cadáver, le cortamos las manos y los pies y le sacamos los ojos... Eso funcionó en parte. Hace que avancen con mayor lentitud. Hay veces en las que la isla les repone los miembros mutilados, y hay otras en las que no. No se puede sacar conclusión alguna con esta isla. Sin duda, este método ahorra tiempo en comparación con la alternativa de destruir al perdido, pero es una tarea macabra, de difícil ejecución.