Que este obsequio te traiga fortuna
Alder me dejó algo. Lo encontré dentro de una de las florprismas</font> de la colina que domina el campo de cáñamo. Un talismán para traerme suerte mientras persigo mis sueños.
Es una tradición preciosa. La primera vez que vino con nosotros, le dejé un regalo entre las flores que hay cerca del río, adonde solía ir solo para pensar después de sus descubrimientos más alegres. Cuando volvió, irradiaba felicidad por su buena suerte, por lo que los demás decidieron unirse a la tradición. Pronto, teníamos tantos regalos escondidos por ahí que dudo que los encontremos todos. Tal vez algún día, dentro de poco, nos visite un forastero y se encuentre con uno. Solo espero que pueda ofrecer la misma sensación de kismet que ha aportado a los nuestros.