Llegad a Arenas de Azufre
Y nuestro Señor habló: “Contémplenme, pues soy Sutekh, maestro de lo primordial, creador de tormentas, aquel que ha conquistado la muerte. Igual que las aguas del Nilo sacan la vida de las arenas desérticas, yo los he sacado de un mundo de muerte hacia una vida eterna”.
“Alcé este lugar desde las aguas de Nun, desde la nada que vino antes, y los traje aquí para crear una gran ciudad. De las arenas rojas del desierto, nuestra grandeza se verterá hasta cubrir estas tierras como un jardín de juncos. Aquellos que sigan traerán multitudes, y serán los herederos de todo este poder y gloria”.
“Mas, aquellos que desobedezcan, serán malditos con el ansia de viajar. Destierro a su gente al desierto para rebuscar una vida en el polvo. Allí conocerán la desesperanza. Por su orgullo les maldigo a una vida sin muerte, pues en su soberbia han dado la espalda a la verdadera divinidad. ¡Y su castigo será eterno!”.