¡Debo encontrar la fuente!
En este lugar, bajo el horno de la gran forja, el álgido frío me congela hasta los huesos. Quien haya construido esto se esforzó demasiado por el enfriamiento de los metales de arriba. A no ser que encuentre una manera de detener su influencia sobre el horno de arriba, la forja continuará inactiva. Hay una magia extraña que mantiene la caverna en una estasis sobrenatural. Está congelada en espíritu. ¡Pero el espíritu sigue ahí!
¡Debo encontrar la manera de conocer sus secretos! Sin importar los riesgos, este lugar tiene un poder enorme que tal vez podríamos necesitar en batallas futuras. Sigo creyendo firmemente que aún están presentes las fuerzas que consumieron la civilización antigua que antes gobernaba aquí. Deben estar por ahí, más allá del velo. Y como escapar de Aeternum sigue siendo imposible, tendremos que luchar, no solo por nuestras vidas naturales, sino también por los destinos de nuestras propias almas. Si queremos tener alguna posibilidad ante la aniquilación, necesitamos dominar las armas de nuestros ancestros.
Mi hermana cree que cometo una locura. Que estoy entrometiéndome con poderes que van más allá del entendimiento humano. Pero no veo ninguna otra manera de vencer a un mal tan poderoso que fue capaz de reducir a ruinas a una civilización mucho más antigua y grandiosa que la nuestra. ¡Debo continuar! Por el bien de todos los que hemos llevado a esas misteriosas costas. ¡No debo fallar!