La vida se agita en mi interior
Ahora entiendo la naturaleza de mi transgresión. Pensaba que la humanidad podría reconstruirse a imagen y semejanza de la naturaleza. ¡Qué ingenua fui! Aún albergaba esperanzas para mis antiguos parientes, lo cual me nubló el juicio. Ahora veo que, para volver al orden natural, deben actuar las fuerzas del orden natural. ¿Y qué fuerza es más poderosa que los progenitores de las gorgonas?
He canalizado todo el poder que recibí de las aguas de la creación y de mis padres, Tifón y Equidna. Puse fin a su reposo y los guie hacia una nueva vida sublime como guardianes de nuestra tierra sagrada. Mi madre y mi padre me cuidarán ahora que soy una Hercyne y se asegurarán de que nadie interrumpa mi labor sagrada.
Cuando Aeternum esté calmo de nuevo, yo también dormiré. Y esperaré la llegada del siguiente impío que quiera mancillar esta tierra sagrada.