El equilibrio inquebrantable

Aunque este acuerdo calmó mucho la situación en estos asentamientos decretados santuarios, temo que solo ha prolongado el conflicto existente. Cada líder sabe que la corrupción es el verdadero enemigo, el pudrimiento en el centro de todo el caos de la isla, pero ninguno está dispuesto a dar un paso atrás y aceptar otro punto de vista. Me rehúso a quedar atrapado en la inmoralidad de los rangos de los saqueadores, y aunque con Long, la alquimista, a veces coincidimos en la naturaleza bendita del azoth, su incapacidad para reconocer la fe de nuestra causa la convierte en una aliada difícil. Estoy seguro de que nuestras creencias son como una espada y un escudo ante la oscuridad que enfrentamos, pero al menos estoy dispuesto a aceptar que algunos miembros de otras facciones plantean cuestiones que vale la pena considerar. Eso no me hace dudar de nuestra causa, no… Creo que fortalece mi fe en ella.